Ahora me quiero más tal cual soy

“La verdad es que resulté ser menos matea de lo que pensé al momento de sentarme a escribir sobre este proceso terapéutico. Al menos las dos sabemos que me cuesta tomar tiempo para mí.

Es difícil encontrar una razón por la cual llegué a ti, en realidad son muchas: la enfermedad de mi hija, una muy buena amiga, pero más que eso fue descubrir a través de tu libro, Soy suficiente, que yo no me quería tanto y que si quería ayudar a mi hija tenía que primero ayudarme yo.

A mí no me gusta hablar de mis problemas más profundos, siento que son solo para mí, pero contigo sentí una confianza muy especial y que agradezco demasiado. Se abrió un espacio de diálogo más íntimo y profundo para mirar mis heridas.

Me costó reconocer que no conectaba con mis sentimientos, con mi dolor; que vivía en piloto automático, apagando los incendios del día a día y que no conectaba con los demás, impidiéndoles ver realmente quien soy. A través de ti conocí la vulnerabilidad de la que tanto hablan, esa que no solo me abrió los ojos, sino el corazón y el alma.

Después de años de estar molesta, enojada y alegando, aprendí una nueva forma de comunicarme, a través de expresar lo que siento y de pedir ayuda.

Aprendí que quiero más, aunque no sé por dónde empezar, pero sé que será un camino que debo investigar y resolver, porque tengo mucho que dar.

Me di cuenta de que fui más feliz antes, pero que puedo volver a serlo. También me volví a encontrar conmigo, con esa mujer más loca y libre, y que con la maternidad quedó de lado. Ahora mi hija se ríe conmigo y un poco de mí también. Soy divertida y siempre lo fui, no sé por qué estaba apagada.

Hoy solo agradezco todo lo conversado, lo aprendido, lo llorado y pensado. Pude mirar mi historia y reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro, pero por sobre todo, aprender a vivir desde el ahora, conmigo.

Hoy, escribiendo esto, me siento agradecida y feliz. Sé que hay mucho que trabajar aún, sé que voy a caer nuevamente en la inercia del piloto automático, igual que antes, pero ahora tengo herramientas para salir de ella.

Ahora me quiero más, tal cual soy, me siento linda, inteligente, afortunada, querida, contenta y con una familia maravillosa. Y tengo el corazón abierto para recibir todo lo que venga por delante. Porque desde hoy aprendí a que si me cuido, cuido al otro también”.

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