“Siempre me exigía al máximo”

Testimonio, paciente 21 años

Siento que mi primera sesión fue hace mucho tiempo ya, y lo que veo y siento más fuerte es la diferencia de cómo me trato a mi misma y cómo ha cambiado mi voz interior. Miro hacia atrás y se que mis pensamientos eran de constante crítica, de inconformidad, y de inseguridad.

Ahora cada vez que pongo en mi cabeza un comentario negativo sobre mi, trato de pensarlo dos veces y ser mas compasiva conmigo misma, porque es verdad que no merezco tratarme así. 

Cuando llegué a consulta, todo se me hacia un mundo. Cada decisión por simple que pareciera me provocaba ansiedad. Elegir con qué ropa vestirme, y llegar a sentir que me quedaba bien, era algo imposible de sentir. ¿Suena simple cierto? Bueno para mi era todo un desafio, es más, no podía hacerlo sola. Era una tortura tomar la decisión. Salir de mi casa sin preguntarle a mi mamá o hermana que opinaban era algo que no pasaba. Era demasiado el miedo. Miedo al que dirán, a si estaba bien o no o a si realmente era la ropa adecuada. Moría de vergüenza de solo imaginar que me pudiera equivocar. Diría que el miedo a pasar una vergüenza, era lo que me tenía tan atrapada en la imposibilidad de tomar decisiones por mi misma. Mis expectativas sobre mi siempre eran altas y pensaba que el otro también esperaba demasiado de mi. Básicamente que fuera perfecta….no me había dado cuenta como era yo la que me entrampaba en esa idea irreal.  

Creo que siempre me exigía al máximo, y siempre sentía que mis amigas estaban ahí pero no tanto como yo quería o esperaba. Hasta invitarlas a mi casa era un desafio. Hoy me siento mas relajada, ya no tengo esa ansiedad o necesidad de tener todo resuelto o controlado, que en realidad es imposible. Hoy siento que en verdad me conozco y hasta podría definirme como una persona tremendamente sociable, hoy me creo el cuento y tengo la certeza de que no necesito estar en todas para ser querida o valorada.

Hoy entendí que la amistad va mucho más allá de un panorama, que no porque una vez no me invitaron significa que no me quieren o que hice algo mal. También aprendí que las amistades son de a dos y entonces yo tabién pongo más de mi parte para conservar las amistades. No se trata de siempre estar esperando a que ellas se acuerden de mi, sin yo hacer nada yo. El problema es que antes me daba miedo dar ese paso, no confiaba en mi ni en lo que valía. Hoy puedo hablarles de repente, preguntarles cómo han estado, invitarlas a mi casa, etc. Se que todo suena super simple, pero todas estas acciones han sido grandes pasos y desafíos para mi. Vestirme, invitar, mandar yo ese mensaje, no preguntar al otro que opina y buscar la respuesta en mi interior. Finalmente todo eso es lo que me ha segurizado.

El otro día me di cuenta de algo que hacía siempre, y ahora en verdad digo: ¿por qué?. Cada vez que hablaba con un hombre, le preguntaba a alguien qué responderle… en vez de yo pensar una respuesta cualquiera, si en verdad ¿qué sentido tiene responder algo que me dicen si él quiere hablar conmigo?, es demasiado falso no responder por mi.  Pero recién me vengo dando cuenta de todo esto.

Hoy he tenido la oportunidad de redirigir mis tiempos y energías en otras cosas, tanto en mi, como en mis amigas y familia. Hoy me siento muy bien, estoy tranquila, y tengo la certeza que mi seguridad depende de mi y de mi capacidad de tomar decisiones y hacerme cargo de ellas, resulten o no resulten….porque no pasa nada. Me visto para mi, me arreglo para mi, y estoy de buen humor por mi. Muchas veces me pasaba que el comentario positivo tenía que venir de otra persona, pero ahora en verdad muchas veces me paro al espejo y soy yo la que me digo a mi misma: ¡te queda increíble! ¡se tú! ¡Confía!.

También te puede interesar